jueves, 17 de septiembre de 2009

El 14 en el transito

Año 2010

Desafió del número

El carácter define esta etapa, debe estar mediado por la paciencia y la contemplación, el decantamiento esta en su más íntimo ejercicio y cuando esto ocurre, nada debe entorpecer su actuación depurativa, si bien esto sea algo in-entendible, pero se debe asumir bajo este precepto. Todo se resuelve desde la fuerza interior y del dominio de los impulsos. Las energías deambulan con todo su potencial y que se concentran con gran dinamismo, buscando con ello el modo o la forma de llegar a materializar cada uno de los propósitos que se plantean.

El dominio de todo lo que se esta realizando, precisa de grandes esfuerzos y de invertir un potencial de iniciativas que se fundan en el hecho de responder adecuadamente a cada desafió, esto nos lleva a que cada momento que se de, tiene que ser aceptado con un destello de reposo. Pretender intervenir en lo que se esta trabajando de manera sinuosa, es alterar lo mismo y degenerar lo óptimo que se dará en el futuro.

La importancia o quizás la rabia pueden enardecer los estados anímicos y desde luego cegar las opciones de encontrar, el como potenciarlas y conducirlas por las sendas que adecuadamente den los resultados mas precisos. Nada de lo que se ha estado haciendo es lo más óptimo. Cuando se anuncia el periodo de la templanza, se debe someter todo a que sea la vida la que elija que es lo que decantará, purificará y descomprimirá en su debido momento.

Todo lo que en su tiempo se pudo hacer útil, todo cuanto de forjo en la fragua de la vida y que luego se pudo hacer uso de ello. Todo cuanto termino y al separarse se debió aguar el decantamiento de tal decisión. Todo cuanto se desprende de lo que parecía tan estable y futurista. Se ah vuelto una verdadera forma de abordar con sabiduría este periodo, con el fin de dejar que las cosas tomen el rumbo o la solución mas adecuada.

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