jueves, 17 de septiembre de 2009

El 21 en su transito

Año 2010

Desafío del número:

El tiempo trae consigo esa fuerza renovadora, nuevos aires nuevos rumbos que se presentan y que se deben conducir por las grandes avenidas de las ideas y por el estrecho pasillo de llegar a materializarlas. En esto hay un gran desafió, el no perderse por la sensación de que todo esta en un compás de espera, mas si, se debe prestar atención a todo lo que conlleva el hecho de disponer de todo el mundo y lo que esto permita, para poder dar curso a lo real.

Quizás exista la sensación de lentitud en el propósito o en lo que se desprende de las ganas de llegar a funcar una situación en medio de la incertidumbre. Pero aun así, todo tiene su tiempo y su notable momento. Esto es lo valido para poder desarrollar en cada minuto una acción que se asume a lo que en su resumen nos dará la materialización de lo que durante muchísimo tiempo se ha deseado emprender.


Cuando se siente que todo esta rodeado o impregnado de un estado de letargo o de sinsabores, es quizás el momento más importante de la vida, pues es eso lo que nos da el indicio de que algo nuevo se esta asomando tras el horizonte de la espera. Se debe entender que para poder sumarse al compás de las horas donde hay un ser oportuno y no debes desoír lo que estas nos dan como señales.

Hay que tener esa confianza que de manera innata se posee, pues cuando uno nace es algo que sin ser una opción, como imposición nos da la factibilidad de ejercer nuestro libre albedrío, aun cruzados por el destino que nos marca algunas pautas que de manera previsora nos permiten dar curso a lo que con el tiempo va tomando forma y consistencia.

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