jueves, 17 de septiembre de 2009

El 8 en su transito

Año 2010

Desafió del número

Periodo en que se debe hacer uso de la lentitud y de todo lo relacionado con el silencio, de allí proviene toda sabiduría, no intente agilizar nada, pues seria algo que alteraría sus funciones vitales. El motivo de esto, es el hecho de no dejarse llevar por la impotencia de lo que se presenta. Recuerde que sus fuerzas serán medidas minuto a minuto, esto implica una serie de desafíos que se establecerán y que acamparán en su terreno como queriendo desafiar su estabilidad anímica y su orgullo personal.

Lo misterioso es algo que actuará, a través de usted y no se vuelva demasiado impulsivo; todo es suave y sutil en este año. Se debe respetar el modo y la forma en que todo se mueve de manera pausada pero dinámica. Aun que suene algo contradictorio, pero lo anterior se refiere, que en cada acción que se sienta esa fuerza de confianza y de cierta seguridad, se debe someter todo a las grandes instancias de la reflexión.

Los beneficios están en la medida de hacer posible la sanación y salir del estado de convalecencia en que se encuentra. Por eso tanta limitación y debilidad en este periodo, es y será como la semilla que aún no tiene fuerzas para brotar. Letargo y silencio. Las fuerzas más poderosas para vencer lo que desea anular de lo establecido, se encargan siempre de quebrantar el estado óptimo y no es gratuita dicha acción, pues el objetivo es siempre el como se sabe manejar ese potencial energético y como se encauza las grandes potencialidades y se margina la rabia y la impotencia, las que pueden empañar este gran resultado con el uso de la creatividad y la fuerza de la inteligencia en el sostener, la fuerza de la sustentabilidad en el proyectar y la fuerza de la astucia en el actuar.

No deje que los tentadores tentáculos de la soberbia, la rabia o la impotencia se apoderen de la tardanza de muchos cosas que son de urgente requerimiento para llegar a iniciar este periodo. Sus fuerzas están en la contemplación e intencionalidad suficiente como para dar curso a sus energías y así llegar y lograr que todo se realice.

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